La joven pide que el Juzgado de Familia Número 1 le devuelva a la nena, a la que solo puede ver tres veces a la semana, una hora en cada jornada, en el Jardín Maternal Frutillitas de calle Libertad y Güemes.

En diálogo con NOVA, Fátima dio su desgarrador testimonio. “Lo único que quiero es estar con mi hija. La justicia me puso como condición que la vaya a ver tres veces a la semana al Jardín Maternal y eso hago, pero no me la devuelven”, sostuvo.

La joven está bajo tratamiento psicológico y psiquiátrico, pelea contra la depresión, pero saca fuerzas de donde no tiene y cumple con lo que el Juzgado de Familia le indica.

Fátima sufrió violencia física y sexual por parte de su padre biológico, identificado como Carlos Alberto Bellucci, y agresiones físicas de su última expareja, Raúl Ceferino Smidt. Los dos la golpeaban y la justicia dispuso medidas cautelares: prohibiciones de acercamiento y a ella le dieron un botón antipánico.

En particular, con el padre biológico, al que Fátima conoció cuando tenía 18 años, el temor es grande. Es que según denunció, el hombre tiene un arma de fuego en su casa y la ha amenazado. El hombre está imputado penalmente, pero la justicia no ha tomado ninguna medida por el momento.

“Vengo con denuncias desde el año pasado. Mi vida es una pesadilla. Mi expareja que no es el padre de mi hija, viola las perimetrales y me acosa”, afirmó Fátima.

Mientras tanto, la nena vive con su padre, un hombre de 57 años, con quien Fátima tiene buena relación.

“Esta situación me provoca ansiedad y depresión, pero vivo para recuperar a mi hija. Espero que la justicia me devuelva a mi hijita”, concluyó Fátima.