Pese a sus dichos, la fiscalía solicitó su detención formal al Juzgado de Garantías, ya que los testigos lo ubicaron en la escena y se le secuestró una motocicleta de características similares a la que fue vista en las inmediaciones. El sospechoso había sido capturado días atrás en una finca de la ex Ruta 3, cerca de Calderón.

Las autopsias revelaron que los cuerpos estaban severamente calcinados: la joven presentaba mayor exposición al fuego, lo que hace suponer que habría sido alcanzada primero por las llamas.

Una víctima fue hallada en la cama y la otra en el suelo. Los restos mostraban daños profundos hasta los músculos y huesos, con rostros irreconocibles.

Los estudios preliminares no detectaron heridas de arma de fuego ni de arma blanca. Tampoco signos claros de violencia física. Se realizaron placas, tomografías e hisopados, y aún se aguardan análisis complementarios para determinar con certeza la causa de muerte.

Mientras tanto, las cámaras de seguridad mostraron la circulación de dos motociclistas en la zona. Uno ya fue identificado y descartado como sospechoso. El elemento que sigue sin aparecer es el teléfono celular de la víctima mayor, pieza clave en la investigación.

Un testigo que observó a un hombre salir de la casa poco antes de que se viera el humo afirmó: “Sí lo veo, lo reconozco”. Esa declaración complica aún más la situación del acusado, quien continúa detenido mientras la justicia busca esclarecer el crimen.