Otros prefieren extender los plazos, al estimar que esa tarea, que deberá ser complementada con más perforaciones, podría tener resultados definitivos en julio de ese año.

Pero más allá de plazos, la ansiedad que generan estas exploraciones ya se viene percibiendo desde hace meses en los muelles marplatenses, y si bien parecen haberse incentivado con el inicio de los trabajos de exploración sísmica a cargo del buque de investigación BGP Prospector, crecieron en intensidad a partir de la llegada al puerto de Mar del Plata del buque de apoyo Geoservice I.

Tal es así que el domingo pasado, el presidente del Consorcio Portuario, Gabriel Felizia, representantes de la Confederación General del Trabajo (CGT) Mar del Plata, gremios y del Clúster de Energía de esa ciudad recibieron y le dieron la bienvenida al capitán y al gerente de logística del buque que asistirá al barco principal de investigación.

Más allá del optimismo por lo que puede venir, Felizia dijo que esa estación marítima ya se encuentra preparando para la actividad.

"Los gremios se están moviendo porque hay que preparar a la gente para lo que viene. Nosotros seguimos liberando espacio, hay otros barcos que están entrando a desguace, junto con otras naves pequeñas de la Armada. Estamos liberando metros y espacios que los vamos a necesitar", sostuvo en declaraciones a LU9.

"Tenemos que ir hacia la construcción, estamos recuperando y repavimentando partes del Puerto que tienen que estar listas para lo que se viene".

"Todos entendemos que todos los sectores se van a ver beneficiados y tenemos la industria naval que están mirando con mucha atención el tema offshore", agregó.

En ese rumbo, el Consorcio del Puerto continúa liberando espacio de muelles y recuperó el sector del espigón 3, el cual seguramente estará disponible para lo que la industria del offshore requiera, sin afectar la actividad principal del puerto, es decir, la pesquera.

“La industria naval mira con atención lo que pasa y los sectores de la logística están igual porque van a tener que operar. El buque Geoservice cargó combustible, agua, alimentos, es decir, se empiezan a generar posibilidades de trabajo”, expresó Felizia.

Si bien Mar del Plata, por proximidad con esta zona de operaciones offshore es el puerto que mayores chances de actividad vinculada tiene, sobre todo por la distancia que deben recorrer los helicópteros de apoyo y la presencia de astilleros, entre otras ventajas, hay otro puerto que también sigue con atención este proceso.

Nos referimos a Quequén, donde su titular, Jorge Alvaro, dijo que esa estación marítima y Mar del Plata prácticamente se encuentran equidistantes de la zona de exploración, al tiempo que se mostró muy confiado en el gran impacto que puede tener para esa terminal el hallazgo de petróleo.

“Hay que avanzar mucho y estar preparados para que todo ese movimiento no se vaya a Bahía Blanca”, había advertido en abril pasado.

“Mar del Plata ya tiene industrias que están trabajando para petroleras en ‘Vaca Muerta’. Nuestro puerto está mucho mejor preparado para recibir buques de gran porte y tenemos muelles como para albergar en forma alternada uno o dos barcos. Tranquilamente podríamos cumplir el rol de puerto de asiento logístico de embarcaciones para el mantenimiento del yacimiento. También nuestro acceso ferroviario sería mucho más sencillo que poner activo el de Mar del Plata”, sostuvo.

En tanto, Pablo López, profesor y coordinador de la carrera de Ingeniería en Petróleo de la Universidad Nacional Arturo Jauretche, en una disertación brindada en Quequén se refirió al tema, destacando el potencial de ese puerto, aunque también aludió a la necesidad de superar algunas limitantes como la distancia existente con aeropuertos y la ausencia de una terminal de tanques de combustibles.

En este caso, si bien Mar del Plata está a 300 kilómetros de la primera zona de exploración, Quequén a 320 y Bahía Blanca a 600, estas tareas se irán trasladando hacia el sur, hasta llegar a 250 o 300 kilómetros de la costa bahiense, incrementando así las chances de lograr una gran inserción del puerto local en el negocio offshore, para lo cual se viene preparando.

De todas maneras, la exploración no genera gran actividad y su impacto económico puede considerarse leve, sobre todo si se compara con lo que puede impulsar la producción de crudo.

Evidentemente este sigue siendo el gran desafío, aunque para saber si hay chances reales aún habrá que esperar varios meses más.