El instituto, que pertenece a una Congregación religiosa y se fundó en el año 1962, actualmente tiene una matrícula de doscientas cincuenta alumnas que transitan el nivel educativo secundario pudiendo especializarse en economía y gestión, o en ciencias sociales.

A partir de un encuentro entre las autoridades penitenciarias y educativas se coordinaron las acciones necesarias para que, dentro del taller de carpintería y herrería que funciona en el establecimiento penitenciario, diez personas privadas de su libertad a lo largo de varias semanas pudiesen llevar adelante las tareas requeridas.

El director de la Unidad 4 de Bahía Blanca, Jorge Aceval destacó que “estamos comprometidos como institución a aportar especialmente al área educativa que tanto hace por nuestra comunidad. Cada trabajo realizado en talleres, tiene una doble función, una solidaria y otra de especialización dentro del oficio que se requiere”.

Desde la unidad penitenciaria resaltaron además la importancia de formar a las personas privadas de su libertad en el aprendizaje de distintos oficios para, una vez recuperada su libertad, poder reinsertarse de la mejor manera posible en la sociedad.

Por su parte, Mario y Martín dos de los internos que llevaron adelante los trabajos de carpintería y herrería, coincidieron en destacar que “nuestro trabajo va a ayudar a que una escuela pueda cumplir mejor su función y eso significa mucho para nosotros”.

En la entrega del mobiliario acompañaron a Aceval el subdirector de Asistencia y Tratamiento, Mauro Ullmann y el jefe de Talleres José Morales.

Mario, es uno de los encargados de los trabajos de herrería y Martin en la carpintería de madera, comparten en expresar: nuestro trabajo va a ayudar a que una escuela pueda cumplir mejor su función, significa mucho para nosotros poder colaborar de esta manera. Este tipo de acciones son impulsadas desde la jefatura del Servicio a cargo de Xavier Areses y del Ministerio de Justicia y DDHH provincial que conduce Juan Martín Mena.