Judiciales y Policiales
De no creer

Desesperado relato de una madre: la perra de Larraburu "se comía vivo a mi hijo"

La perra del dirigente peronista Dámaso Larraburu, atacó a un menor de apenas 4 años, al que soltó solo después de la intervención de terceros.

Temor y desesperación viven los vecinos del barrio Palihue de Bahía Blanca, por los constantes ataques a menores de edad que protagoniza una perra Rottweiler, propiedad del dirigente peronista Dámaso Larraburu, quien según testigos de los hechos utiliza toda su influencia para tapar los escándalos y evitar que la información trascienda.

El último y más terrible de los episodios ocurrió en la plaza del barrio, cuando la perra del dirigente, atacó a un menor de apenas 4 años, al que soltó solo después de la intervención de terceros, ante la desesperación de la madre de la madre del niño al que según relató la madre el perro "se estaba comiendo vivo".

El relato desgarrador de Solange Ledo, la madre de la víctima, recordó que el año pasado la perra de Larraburu ya protagonizó un episodio similar, a pesar de lo cual no hubo ningún tipo de medidas, y explicó que su hijo tiene 80 puntos de sutura solo en el lugar de la pantorrilla, donde la Rottweiler atacó inicialmente.

Lejos de detenerse, el can siguió mordiendo el cuello y el cráneo de la criatura que logró salvar la vida de milagro y hoy se encuentra internado recibiendo dosis de morfina para soportar el dolor que le generan las brutales heridas que provocó el ataque.

Mientras tanto, Larrarubu, aseguró por los medios que se puso a disposición de la familia de la víctima para cualquier cosas que necesitaran, episodio que fue desmentido por la madre del menor, que además aseguró que apenas unas horas después de los hechos ocurrió otro ataque aunque con menores consecuencias físicas para la víctima y que en ese caso la familia no quiere hacer la denuncia por temor a represalias del dirigente político.

Es que según relatan vecinos que piden reserva de identidad, el 3 veces diputado nacional se maneja como si fuera "amo y señor" del barrio, sin dar explicaciones de ningún tipo, ni responder por los ataques permanentes de sus perros a los chicos que pasean y juegan en la plaza de Palihue.

Lo cierto es que nada cambió en el barrio, los perros a pesar de ser evidentemente peligrosos, siguen paseándose libremente por la plaza y Larraburu amenaza directa o indirectamente a todo aquel que se anime a realizar una denuncia o algún tipo de reclamo, amparado en sus contactos políticos con el peronismo de la provincia.

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