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El riñón terminó en la basura

Escándalo en Bahía Blanca: por una gotera, se canceló un trasplante en el Penna y debieron tirar el órgano

El Hospital Penna quedó inhabilitado para realizar este tipo de cirugías.

Un nuevo trasplante renal iba a tener lugar en el hospital Penna de Bahía Blanca, pero a minutos de comenzar, el equipo médico decidió suspenderlo debido a una pérdida de agua en el acceso a quirófanos. Por el hecho, el nosocomio fue inhabilitado momentáneamente para realizar este tipo de cirugías. El órgano, según informaron desde el mismo centro, debió ser “tirado a la basura”. Ninguna otra operación fue cancelada.

Desde el hospital aseguraron que las medidas fueron sólo “para preservar el bienestar del paciente”, quien permanece internado y continúa en diálisis, a la espera de otro riñón. El Penna es un referente nacional en trasplante de órganos. Desde 2009 por resolución ministerial Nº 41, está autorizado para realizar ablaciones renales y es el único centro gratuito en hacerlas, por lo que la suspensión de estas cirugías afectará notablemente a un grupo de personas.

“El resto de las cirugías se realizaron, los quirófanos estaban, en líneas generales, operativos, de hecho, se estaban realizando cirugías y se siguen haciendo” dijo al respecto Marta Bertín, directora del hospital, aunque, de todos modos, trató de justificar a los profesionales: “Evidentemente, alguna situación les ha llamado la atención, pero estamos en pleno proceso de investigación”, afirmó.

Cabe recordar que el hospital Penna se encuentra realizando una importante obra en el sector de cirugía, que comprende la renovación completa de los 8 quirófanos con una inversión de 77 millones de pesos. Se prevé que la primera etapa esté completada para octubre, mientras que para diciembre de este año se pretende la finalización del proyecto.

“Un órgano que estaba listo para ser trasplantado, fue descartado por deficiencias en la estructura edilicia”, dijeron fuentes cercanas al centro de salud. Una pérdida de agua en un caño generó una gotera en el acceso de quirófanos. La responsabilidad, ahora, podría recaer en el jefe de cirugía de ese procedimiento, aunque las preguntas correctas serían: ¿Cómo no se decidió suspender las cirugías si ese sector está en obras?, ¿Habrá riesgo de infecciones intrahospitalarias para los pacientes que ya fueron operados?.

El dato sobresaliente es que a partir de este episodio el nosocomio, único en 600 kilómetros destinado para tal función, quedó inhabilitado para realizar trasplantes por las falencias evidenciadas. Aún quedan 4 pacientes en lista de espera, internados en el interzonal bahiense, por lo que, de recibir un órgano, deberán ser trasladados al San Martín de La Plata. Según pudo saber NOVA, al finalizar la obra, la inhabilitación sería levantada.

No es la primera polémica de esta dirección

Meses atrás, el Penna fue también centro de atención cuando apareció un caracol en la cena de un residente. Por ello, bromatología realizó una inspección y decidió clausurar temporalmente la cocina del nosocomio, por lo que durante un mes el personal fue asistido por un servicio de catering externo, mientras que los pacientes recibían alimentación mixta –tanto de la empresa contratada para ese fin como de sus propias familias-.

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