El predio en cuestión se encuentra lindero a la Unidad Penitenciaria Nº 4 en Bahía Blanca y fue destinado para viviendas del personal del SPB (designado catastralmente como CIRCUNSCRIPCIÓN II, SECCIÓN a, Manzana 88, bb, cc, dd, ee, ff, gg, hh, kk, Partida 2199): “Actualmente se encuentra en condiciones de escriturar, sin poder concretarlo a raíz de la obstinación improcedente, injustificada y mezquina de la entidad que intermedió en la operación, esta es el Círculo de Suboficiales y Guardias, presidido por Carlos Alberto Aimetta”.

Desde esta organización, explicaron que en 1983 cada asociado compró el uno por ciento indiviso del inmueble señalado, “restando desde hace ya más de 30 años únicamente que la intermediaria escriture la respectiva transmisión de dominio, a lo que rehusó infundada y sistemáticamente a pesar de los muchos pedidos y reclamos efectuados”.

Como consecuencia de tales dificultades y considerando que en un juicio contra el Círculo se intentó embargar la propiedad, situación que se logró evitar, se creó la mencionada Asociación sin fines de lucro, con el objeto exclusivo de concretar la escrituración de los lotes a nombre de sus titulares.

En 2003, se logró sellar un acuerdo con el Círculo para que éste donara los terrenos a favor de la Asociación, con el objetivo final de que ésta escriturase las parcelas a nombre de sus respectivos beneficiarios. Sin embargo, el Círculo no cumplió con lo convenido en el acuerdo de marras y manifestó que procedería directamente a escriturar, lo que tampoco concretó.

La negativa de dicho Aimetta ha sido invariable y sin ninguna fundamentación: “Debemos concluir en que su accionar es decididamente malicioso y dirigido a desbaratar nuestros derechos. Entonces interpusimos acción judicial de escrituración el que fuera denegado por la negativa del demandado de reconocer nuestros boletos de compraventa”.

En este contexto, la Asociación encabezó una nueva acción judicial a fin de hacer valer la donación prometida, la que se encuentra en pleno trámite: “Nuestros representados no piden nada regalado, ya que al margen de los compromisos asumidos por el Círculo, éstos han pagado todos y cada uno de los trámites, gestiones y trabajos que resultaban necesarios para instrumentar la transferencia de dominio respectiva, pero el Círculo actúa como dueño exclusivo, cuando no es propietario de los terrenos, con lo que su actitud caprichosa nos daña enormemente”.

La delicadísima situación planteada no hace más que agravar el estado de desprotección y frustración de las casi cien familias de los agentes y ex agentes del SPB: “Últimamente, además se han manifestado ciertas maniobras que nos retrotraen a temores ya sufridos anteriormente, al promover el Círculo la división de nuestra propiedad en 116 lotes, cuando los propietarios somos exactamente 100".

Para finalizar, aseguraron que pagaron al agrimensor encargado de dicha tarea "mediante recibo de pago emitido por la Asociación Mutual del Círculo, que tiene idéntico domicilio que el Círculo pero nada tiene que ver con nuestro inmueble, exhibiendo una conducta rayana en lo delictivo, tal como surge de la imagen que adjuntamos al presente”.